Del agricultor a la familia – y usted – al rescate
Cuando el año pasado empezaron a distribuirse cajas de alimentos en la escuela primaria Ash Creek de Monmouth, los miembros de la comunidad que se enfrentaban a las dificultades económicas provocadas por la pandemia de COVID se sintieron aliviados al poder contar con ayuda para llevar comida a la mesa.
“La gente había perdido su trabajo y la vida parecía al límite”, dice Patty, voluntaria del Banco de Alimentos Ella Curran de Independence, que trabajó con Marion Polk Food Share para coordinar las distribuciones.
Además del desempleo generalizado o la pérdida de salarios, la gente hacía malabarismos para compaginar los horarios de trabajo con la enseñanza a niños confinados en casa, al tiempo que intentaba evitar los lugares públicos para prevenir la transmisión del virus.
“Todos estos factores hacen que recibir una caja de alimentos sea una pequeña ayuda extra para ellos”, dice Patty. “Ha sido muy útil para la comunidad”.
El programa Farmers to Families Food Box del USDA se creó el año pasado para proporcionar ayuda alimentaria de emergencia durante la crisis del COVID, así como para ayudar a los productores y distribuidores de alimentos que estaban sufriendo debido a los cierres generalizados de restaurantes, escuelas y otros locales de servicios alimentarios.
El programa proporciona cajas de tamaño familiar con productos lácteos, hortícolas y cárnicos frescos de alta calidad procedentes de proveedores locales. El año pasado, Food Share realizó 182 distribuciones en distintos puntos de los condados de Marion y Polk, proporcionando más de 1,7 millones de comidas a las familias locales. El programa se renovó para su quinta fase a principios de este año antes de concluir a finales de mayo.
Cuando la pandemia cumplió un año, las distribuciones de Monmouth se trasladaron de la escuela a un aparcamiento en Independence debido a que los niños volvían para recibir instrucción en persona. A pesar de estos indicios de que el final de la crisis COVID puede estar a la vista, la demanda de cajas de alimentos siguió siendo alta. Aún así, la gente llegó más de una hora antes para hacer cola y esperar a que empezaran las distribuciones.
“Cada vez que lo hemos hecho, siempre nos hemos deshecho de todas las cajas”, dice Patty.
La popularidad del programa se debe en parte al estilo de distribución, que ofrece comodidad, distanciamiento social y una barrera baja para las personas que podrían dudar en acudir a una despensa en busca de ayuda alimentaria.
“Creo que poder ir en coche tranquilamente y no tener que hacer cola en un banco de alimentos es probablemente una gran introducción para conseguir un poco de ayuda, y lo hace más fácil”, dice Patty.
Durante las distribuciones, muchos beneficiarios de las cajas de alimentos se apresuraron a compartir sus historias de penuria y a expresar su agradecimiento por la ayuda. Para las personas que atraviesan circunstancias difíciles, dice Patty, puede ser un alivio expresarse ante voluntarios que prestan oídos comprensivos.
“Hay algo bonito en la gente que acaba de perder su trabajo y que nunca ha recurrido a un banco de alimentos”, dice Patty, “poder acercarse y decir: ‘gracias, lo necesito de verdad, acabo de perder mi trabajo’ o ‘estoy esperando mi paro, esto realmente marca la diferencia’.”
Gracias por ayudar a las familias necesitadas de los condados de Marion y Polk.