Casa de comidas

By Published On: May 26th, 2021

La voluntaria Cherie saca carne de un congelador en Iskam MǝkʰMǝk-Haws, que a menudo ofrece a los clientes Primeros Alimentos culturalmente significativos.

La despensa Iskam MǝkʰMǝk-Haws de Grand Ronde está ayudando a proporcionar a la comunidad alimentos de gran importancia cultural para los miembros de la tribu.

La despensa ofrece con frecuencia carne de ciervo, alce y oso, alimentos tradicionales que han formado parte de la dieta tribal durante generaciones. Poder proporcionar esos alimentos ofrece múltiples ventajas, dice Francene, gestora de programas de Iskam MǝkʰMǝk-Haws.

“La proteína es lo más difícil de conseguir para cualquier despensa, y que tenga importancia cultural es asombroso”, afirma. “Ha sido una gran oportunidad para que nuestra comunidad se reúna, tanto los miembros de la tribu como los que no lo son”.

La carne procede de animales capturados por cazadores furtivos, atropellados por vehículos o recogidos por molestias. Los carniceros contratados por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregón la transforman en hamburguesas, y las despensas que han manifestado su interés reciben una notificación cuando el producto congelado está disponible para su recogida en cualquiera de las dos carnicerías del condado de Washington.

Iskam MǝkʰMǝk-Haws (Chinuk-Wawa significa “casa donde se consigue comida”) es una asociación entre Marion Polk Food Share y las Tribus Confederadas de Grand Ronde. Uno de los objetivos de la despensa es ofrecer el mayor número posible de alimentos de importancia tribal. Esto ayuda a los más jóvenes a conocer los alimentos tradicionales y facilita el acceso a los mayores que ya no pueden cazar.

“Los ancianos pueden disfrutar de los alimentos que les gustan, con los que han crecido y que reconocen, y que son saludables para ellos”, dice Francene. “La carne de ciervo, alce y oso es la más magra que se puede conseguir. Es la proteína más sana que pueden tener”.

Además de su importancia cultural, la carne es muy rentable. A un dólar el kilo, dice Francene, no hay otro lugar donde pueda encontrar proteínas a ese precio. En el futuro, sin embargo, espera trabajar con donantes para financiar cortes más caros, de modo que Iskam pueda ofrecer asados, filetes y lomos.

Otro objetivo a largo plazo es crear una carnicería que permita recoger el animal entero. Además de los órganos que tradicionalmente se comen, hay piezas de valor cultural que se utilizan como herramientas, ceremonias y regalia, como vestidos de dientes de alce, monederos de pata de ciervo y sonajeros de pezuña de ciervo.

Según Francene, los carniceros suelen desechar estas piezas por falta de valor.

“Intentamos decirles que hay muchas piezas culturalmente importantes que podemos utilizar”, afirma.

Estas asociaciones son posibles gracias al apoyo de amigos como usted. Gracias.

Para más información sobre First Foods, visite https://cascadiapartnerforum.org/first-foods.

“Una buena manera de dejar huella”