El huerto comunitario ofrece una oportunidad de divulgación
Paseando entre una serie de bancales elevados en South Salem, Juanita habla de los jardineros de la comunidad que cuidan cada bancal y de lo que cultivan.
Como coordinadora de Garden by the Park, Juanita ha visto los beneficios que el cultivo de sus propios alimentos tiene en los jardineros, todos ellos personas sin hogar.
El jardín proporciona estabilidad a las personas que se enfrentan a problemas de salud mental o drogadicción, pero también facilita que Juanita y otras personas les ofrezcan comidas y otro tipo de ayuda.
“Para la gente es muy enraizante jugar en la tierra”, afirma. “Si les dejas jugar en la tierra y arrancar algunas malas hierbas o clavar algo en el suelo, puedes hablar con ellos mientras lo hacen. Abre a la gente a una conversación que normalmente no habría”.
El jardín forma parte de Church@thePark, una iglesia y centro religioso que proporciona comidas, ropa, tiendas y ropa de cama, aparcamiento seguro y acceso a recursos.
Las raíces de Garden by the Park se formaron cuando, hace seis años, alguien dijo que la iglesia debía tener un jardín. Juanita, maestra jardinera, se ofreció voluntaria para ponerlo en marcha.
“El primer año puse dos bancales elevados y me creí un auténtico pez gordo”, dice riéndose. “Y a partir de ahí se formó una bola de nieve”.
Desde entonces ha crecido hasta incluir 12 camas, y otras tres están en camino. Para este otoño, Juanita -empleada estatal y enfermera jubilada- espera tener instaladas un total de 17 camas.
La asociación con Marion Polk Food Share ha sido clave para esa expansión.
“El equipo de Huertos Comunitarios de Food Share fue de gran ayuda a la hora de hacer las cosas”, dice Juanita. “Han sido muy generosos”.
Recientemente, el Food Share ha ayudado a financiar un sistema de riego por aspersión, a reponer herramientas y suministros robados de un cobertizo de almacenamiento y ha prestado apoyo en una solicitud para que la ciudad añada una conexión de agua.
Juanita dice que, al ser un huerto comunitario, cualquiera que tenga hambre puede entrar y coger algo para comer. “Cultivamos cualquier cosa que se pueda cocinar o comer”, dice.
El huerto es un ejemplo de lo que la gente puede y debe ser, dice Juanita: sana, creciente y productiva.
Para ella, las similitudes entre la jardinería, la espiritualidad y la atención a los necesitados son evidentes.
“Todo el mundo aquí es hermano de alguien, hijo de alguien, hermana de alguien, madre de alguien”, dice. “Todo se relaciona de la misma manera con el cultivo de cosas sanas.
“Hay que alimentarlos. Hay que cuidarlos. Y el huerto es lo mismo, sólo enseñamos a la gente a cuidarlo”.