La asociación hace llegar los productos a los necesitados
Una tarde de principios de septiembre, en la Granja Juvenil de Marion Polk Food Share, al noreste de Salem, Vicki recorre las hileras de tomateras de cereza, recogiendo meticulosamente los frutos maduros de la vid y colocándolos en una caja de cartón.
Vicki, profesora jubilada, forma parte de un equipo de 12 voluntarios que recolectan productos para la organización local sin ánimo de lucro Salem Harvest. Parte de lo que ella y sus compañeros voluntarios recojan volverá a casa con ellos. El resto se donará al Food Share y se distribuirá a las despensas locales para ayudar a las personas necesitadas con productos frescos y locales.
Vicki -que ha participado en más de 100 recogidas para Salem Harvest- explica con entusiasmo las ventajas de la organización, que reúne a voluntarios para recoger alimentos que de otro modo se desperdiciarían. Una parte de lo que se recoge se va a casa con los voluntarios, y el resto se dona a organizaciones como Marion Polk Food Share.
“Es un ganar-ganar-ganar. No hay perdedores”, afirma Vicki. “No hay muchas cosas en las que puedas decir eso, ¿sabes?”
Los agricultores consiguen limpiar sus campos de cultivos que no pueden vender sin tener que pagar la mano de obra para hacerlo. Los recolectores voluntarios, muchos de los cuales son personas y familias necesitadas, se quedan con parte de los productos que cosechan, mientras que el resto se distribuye a las despensas locales a través de socios como Food Share.
Salem Harvest fue creada en 2010 por un grupo de vecinos que se organizaron para recoger los árboles frutales del patio trasero y evitar que los productos se desperdiciaran. En su primer año, la organización se amplió para incluir la recolección de productos de las granjas locales. En la actualidad, los voluntarios recogen unas 400.000 libras de alimentos al año, gran parte de los cuales se distribuyen a las despensas locales a través de una asociación con Marion Polk Food Share.
Según Elise, directora ejecutiva de Salem Harvest, la asociación con el Food Share permite a la organización centrarse en la recuperación de productos sin tener que preocuparse de su distribución. Muchos grupos de recolección similares que ella conoce no se benefician de una relación de este tipo, afirma Elise.
“Si tuviéramos que distribuir toda esa comida, perderíamos mucho tiempo y energía”, afirma Elise. “Es una gran asociación en lo que hacemos juntos”.
La cantidad de productos que Salem Harvest “rescata” tiene un enorme impacto en las despensas atendidas por el Food Share. Además, el Food Share ha creado programas para apoyar la abundancia de productos procedentes de Salem Harvest. Uno de estos programas, Project Harvest, proporciona productos frescos a familias con bajos ingresos mediante distribuciones directas en escuelas, complejos de viviendas de la Sección 8 y centros de salud.
Se trata de una asociación natural entre dos organizaciones cuyas misiones convergen en un objetivo común: proporcionar alimentos frescos y sanos a vecinos hambrientos y necesitados.
“Simplemente formamos un equipo y tratamos de alimentar a tantas familias hambrientas como podemos”, dice Elise. “De eso se trata”.